17 ago 2012

X-Pyr: tres mosqueteros.

De izda. a dcha.: José I. Gordito, Íñigo Redín y Armand Rubiella.

Vaya tres chicos fascinantes, entre ellos han conseguido regalarme una semanita fantástica, a pesar de los nervios y las pocas horas de sueño.

Armand es admirable. Gracias a su tesón, su constancia, su disciplina y entusiasmo ha conseguido 
engancharnos a todos a su aventura personal. Pocos confiaban en que pudiese finalizar la carrera pero después de mucho esfuerzo ahí está su resultado. 



Josito, el ángel de la guarda de Armand, ha sido todo un descubrimiento. Un crack con mayúsculas, una persona increíble. Es difícil encontrar gente capaz de entregarse hasta los límites y de hacerlo con tanto cariño. A pesar de su espectacular trayectoria alpinística, es humilde y discreto, se entusiasma y no pierde las ganas de aprender. No existe ninguna duda de que el equipo Armand-Josito ha funcionado al 50% y por lo tanto, el resultado es el fruto de su trabajo conjunto.



En el centro, Íñigo Redín, el artífice de la X-Pyr. Hoy repasaba los mensajes intercambiados con él durante el seguimiento de la pasada X-Alps 2011. Como el que no quiere la cosa, el 20 de julio del 2011 me escribió: -”habría que montar una X-Pirineos”. Me fascina la gente que tiene un sueño y es capaz de llevarlo a cabo. La pasión de Íñigo por la X-Alps le llevó a soñar con la X-Pyr. Su trabajo y las horas arrebatadas al sueño, a la familia y las vacaciones han hecho realidad esta primera edición de una aventura apasionante. Me quito el sombrero ante ti Íñigo, ante tu capacidad de transformar tu sueño en una realidad para todos nosotros, ante tu capacidad de trabajo y ante el entusiasmo que nos has transmitido a todos, consiguiendo que unos pocos hayan creído en tu idea. En la próxima, seguro, habrá más inscritos, muchos más patrocinadores y muchísimos más seguidores. Pero el fabuloso recuerdo de esta primera X-Pyr, a mi, ya no me lo borra nadie.



¡Gracias a los tres!



Montse

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