25 may 2009

VOLANDO A 6.400 METROS!!!

Preciosa foto de Oriol, con Brad Sander volando en la increíble cara norte del Rakaposhi.
















Por Oriol Fernández.











Por fin hemos tenido una breve pausa en el mal tiempo que nos ha permitido realizar otro vuelo fantástico.











La primera intención era dirigirnos al este, siguiendo el Valle de Hispar. Enseguida tuvimos que cambiar los planes debido al rápido desarrollo de las nubes en la zona y observando que al norte el cielo estaba claro nos dirigimos hacia Passu. De nuevo pudimos contemplar las espectaculares vistas que hay en la vertical de Passu, con varios glaciares a nuestros pies y la espectacular pared de Tupopdan, donde nos reunimos para coger altura (6.400m), y seguir nuestro camino hacia el norte. LLegamos a Sust, en la región de Gojal, último pueblo pakistaní antes de la frontera con China. En este punto debemos plantearnos si aterrizar y volver en el día a Karimabad o seguir nuestro vuelo con la casi total convicción de no poder regresar hasta el día siguiente. La decisión es unánime y rápida: continuamos!













Hacia el oeste se ve una línea clara a seguir a lo largo del Valle de Chapursan. Yo vuelvo a subir hasta donde el frio me permite, 6.420m, y sigo el valle de Chapursan durante unos 25km. En este punto decido finalizar mi vuelo debido a la fuerte brisa de cara que me encuentro, y que me hace aterrizar verticalmente. A los pocos minutos veo como Brad y Brendan aterrizan a mi lado.













Estamos en Noorbad, un pequeño pueblo del Valle de Chapursan, de confesión Ismaili, como casi toda la gente de esta región. Una gente maravillosa, muy generosa, hospitalaria y abierta. Después de barajar las diferentes opciones para regresar, empezar a caminar o esperar el minibus de la mañana, aceptamos la invitación de un profesor local que nos ofrece cena y un lugar donde dormir.











A la mañana siguiente nos despertamos con un vaso de chai (té) y chapati en la mesa. Cuando nos dirigimos a coger el minibus éste ya había pasado y además estaba lleno, así que no nos queda más remedio que empezar a andar. La poca gente, pero encantadora, que nos vamos encontrando por el camino y el espectacular paisaje a lo largo del valle hacen más llevadera la larga caminata que tenemos por delante. Después de unas 6 horas cargando con nuestros parapentes el cansancio se nota, estamos destrozados y reponemos fuerzas en casa de una encantadora familia que nos ofrece chai y chapati. Gracias a Brad también por los frutos secos.













Al poco rato de retomar el camino llega nuestra salvación. Un camión se dirige hacia Sust y nos montamos en él aliviados por no tener que cargar más con nuestros parapentes en la espalda. De Sust a Karimabad hay muchas opciones de transporte. Cogemos un minibus y en pocas horas llegamos a Karimabad.













Otra vez ha vuelto el mal tiempo!

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