El pasado domingo 2 de octubre se celebró en Barcelona la Festa al Cel, una gran fiesta aeronáutica que se realiza cada año frente a las playas de la ciudad. En Barcelona tenemos la gran suerte de contar con el Festival Aéreo más antiguo e importante de todo el territorio español, un evento organizado por el Ayuntamiento de Barcelona y el Aero Club Barcelona-Sabadell, que es gratuito para el público y que en esta edición ha contado con más de 420.000 espectadores. La Festa al Cel celebraba en esta edición su 20º aniversario y se contó con una espectacular parrilla de participantes. Hubo exhibiciones de reactores como la Patrulla Águila, Patrouille de France, Patrouille Suisse, Breitling Jet Team y las demostraciones de los dos F-16. En el apartado de acrobacia disfrutamos de dos grandes profesionales de la acrobacia mundial, como son Victor Chmal y la rusa Svetlana Kapanina, además del Equipe de Voltige del Ejército Francés del Aire, y los Breitling Wingwalkers con sus espectaculares chicas sobre las alas de los aviones. Vueling y Spanair acercaron el Airbus 320 al público, pudiendo apreciar el vuelo de este gran avión a baja altura.
Representando el vuelo sin motor estuvieron los integrantes del Proyecto Alas (Álvaro Bultó, Santi Corella y Toni López), la Patrulla Paracaidista del Ejército del Aire (PAPEA), y tres miembros de Paramotor Barcelona (Armand Rubiella, Dani Giraldo y Albert Schiess).
Armand, ¿cómo se consigue colocar tres paramotores entre la élite de la aviación mundial?
Dicho así suena muy fuerte pero es la verdad... y sin exagerar lo más mínimo! Hacía años que no había paramotores en la Festa al Cel y en esta edición hemos conseguido estar ahí de nuevo. Creo que hemos ofrecido suficiente credibilidad a los organizadores como para confiar en nosotros. Ha sido un placer trabajar con ellos, tanto el Coordinador, Daniel Ventura, como el Director del Festival, Xavier de Martí, son muy profesionales y de un trato muy fácil y agradable. También tenemos que agradecer a Ángel Ibáñez, Presidente de la Federación Aérea Catalana, el soporte que nos ha brindado para organizar nuestra participación.
Haznos una valoración de vuestra actuación en la Festa al Cel.
Estoy realmente muy contento, el vuelo en sí era muy sencillo y cualquier piloto del club podría haberlo hecho, la dificultad radicaba en soportar la presión que conlleva un despegue delante de tantísimo público. El Festival se retransmitía por televisión y además había muchísima gente, más de 420.000 personas en la playa, como referencia recordemos que por ejemplo en un Camp Nou caben unas 100.000 personas, cuatro veces menos! Por lo tanto, saber aislarse, mantener la concentración, no sentirse presionado y hacerlo todo a la perfeccción no es fácil. Teníamos que salir obligados a las 12:28 y aterrizar a las 12:36, al minuto. He de agradecer a Albert y Dani la ilusión y disciplina que han mostrado, tenían encima un reto nada fácil, que uno no es capaz de calibrar hasta que tienes los elevadores en las manos y un millón de ojos mirando lo que vas a hacer. ¡Bravo a los dos!
¿Cómo hiciste la selección de tus pilotos?
¡Fue muy fácil! En principio éramos cinco, Joan Nogueras y Miguel Cotes también tenían que participar. Todos ellos son grandísimos pilotos que llevan muchos años volando, son muy seguros, todos han aprendido conmigo en la escuela Paramotor Barcelona, hemos hecho varias rutas juntos y los conozco a la perfección. Quería por encima de todo que fuese gente del Club Paramotor Barcelona, para los socios es una motivación ver que pueden llegar a hacer cosas tan bonitas. Se trata “simplemente” de tener un buen aprendizaje y un buen seguimiento, sin prisas pero sin pausa, con mucha sensatez y constancia todo se consigue. Al final, como teníamos poco tiempo de vuelo y un despegue muy forzado, tomamos la decisión de volar solamente tres.
Dinos lo más positivo y lo más negativo de vuestra participación.
Negativo poco, quizás el disponer de poco tiempo y no poder ofrecer un mayor espectáculo con una coreografía más compleja y más pilotos en el aire. Lo más positivo es que podemos estar muy orgullosos de la imagen, la seriedad y la dignidad con la que hemos realizado nuestra actuación ante la mirada de tanta gente que, en su mayoría, solo ha oído hablar de nosotros cuando se ha producido algún incidente molestando a paseantes o transgrediendo las normas más básicas del vuelo cívico. Ahora han oído hablar del vuelo en paramotor en positivo, como algo bonito, tranquilo y seguro. Y todo ello gracias a los pilotos del club, que hace un tiempo eran también simples espectadores con la mirada puesta en el cielo y soñando con volar.
Os dejamos unos links con distintas imágenes y comentarios de nuestra
exhibición en la Festa al Cel 2011.
¡Hasta el próximo año!
exhibición en la Festa al Cel 2011.
¡Hasta el próximo año!
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