¡¡¡Dos orejas y el rabo!!!
Es lo que pedía para nuestros pilotos, con convencimiento y emoción, un abuelete que pasaba por allí, con boina de reglamento y montado en su Derbi “pre Angel Nieto”, tras ver el aterrizaje suave, perfecto y según las palabras del paisano, "igualico que las cigüeñas", de Italo Sassu.
Pensar en Extremadura, a quince días vista, se me antoja pensar en lo apacible, en la belleza del paisaje, en un color vivo, penetrante hasta doler la retina como cuando se observa la luz del sol al atardecer. El vuelo de Alburquerque a San Pedro se recuerda en HD, con un verde que levanta los prados por encima de las sombras de matorrales, canchos, muros de piedra, alcornoques y robles.
Desde el suelo Extremadura me recuerda la Historia, la antigua y espectacular con sus castillos medievales. Pero sobretodo la contemporánea, con las huellas del pastoreo, de las dehesas de ganado, de las costumbres más cotidianas como el cocido del buche en la plaza de Las Casiñas o el mercadillo de Valencia de Alcántara. También su riquísima gastronomía, no se puede olvidar el aroma del pimentón de esta tierra, no puede olerse en ningún otro lugar del planeta.
Señoras, señores, unas imágenes de Extremadura desde el aire y desde tierra. Que ningún piloto cometa el error de perderse uno de los dos ángulos. Gracias a todos por hacer de esta idea una realidad y por lo mucho que habéis aportado, muy especialmente a Marcelino como artífice de la “idea original” y a su familia por su gran hospitalidad y paciencia a toda prueba.
Aquí tenéis el montaje de las fotos y el vídeo de Italo.
Un abrazo,
Armand Rubiella
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